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Ortodoncia invisible o brackets: qué elegir

Cada vez es más frecuente que los pacientes se pregunten si es mejor una ortodoncia invisible o brackets. Pero lo cierto es que ambos tratamientos son muy eficaces y que en realidad depende de las preferencias y necesidades de cada cliente. Cada tratamiento tiene unas características diferentes con sus ventajas y desventajas. 

Es cierto que los ortodoncistas llevan muchos años dominando y conociendo en profundidad las técnicas de ortodoncia de aparatologías fijas y consiguiendo resultados muy satisfactorios al incorporar los brackets de baja fricción que han permitido un avance en la ortodoncia moderna al utilizar fuerzas ligeras en los movimientos ortodóncicos.

También, la aparición de los brackets estéticos, de zafiro o porcelana o los brackets linguales, han permitido un aumento de pacientes sobre todo adultos. 

Desde Carlos Saiz Smile vamos a explicarte qué es la ortodoncia invisible y los brackets, además de las diferencias que existen entre ellos.

¿Qué es la ortodoncia invisible? 

La ortodoncia invisible es la corrección de la posición de los dientes mediante aparatos que son casi imperceptibles a la vista de los demás. En esta técnica existen diferentes tipos de ortodoncia invisible entre los que podemos encontrar la ortodoncia lingual, que es similar a la ortodoncia convencional, aunque se colocan en la parte interior de los dientes, de manera que resultan imperceptibles a los demás. Además, se diseñan a medida según la estructura dental de cada paciente. Con este tratamiento se obtienen los mismos resultados, pero en un periodo de tiempo más prolongado y el precio es más elevado que el de los brackets convencionales.

Por otro lado, se encuentra la ortodoncia conocida como alineadores transparentes, que se trata de un tratamiento innovador que consiste en la fabricación a medida de una férula transparente que envuelve los dientes para controlar el desplazamiento de estos hacia la posición que se precisa. La férula es fabricada con materiales plásticos y se cambia cada dos semanas, aproximadamente, según las indicaciones del especialista. Este tratamiento es totalmente removible, por lo que el paciente puede quitarse la férula siempre que lo precise. Además, el tiempo del tratamiento suele ser parecido a la técnica convencional.

¿Qué son los brackets? 

Los brackets son un tipo de tratamiento ortodóncico que sirve para corregir la posición de los dientes cuando están mal alineados, muy separados o apiñados, problemas en la mordida o sobremordida. Los brackets son la parte más visible de la ortodoncia, pequeñas piezas de forma cuadrangular que se colocan y adhieren en los dientes. Se diseñan específicamente para cada diente y sobre ellos se coloca un arco metálico que se sujeta mediante las ligaduras. Para garantizar una buena adhesión, al iniciar el tratamiento de ortodoncia se trata la superficie de los dientes con pasta de polvo de piedra pómez y un gel que graba el esmalte y elimina la placa bacteriana.

Existen diferentes tipos de brackets: los metálicos, los de resina o policarbonato, transparentes, brackets de zafiro y brackets linguales.

Ortodoncia invisible o brackets: principales diferencias

Si eres un paciente que está deliberando si ponerse una ortodoncia invisible o brackets, a continuación, te explicaremos algunos aspectos que diferencian ambos tratamientos:

Su perceptibilidad para el resto de las personas

La principal diferencia a la hora de elegir entre ortodoncia invisible o brackets es la discreción del tratamiento invisible. Los brackets son mucho más perceptibles a la vista de otras personas, aunque eso no tiene por qué ser un punto negativo, ya que depende de las necesidades de cada paciente y de la importancia que le dé a este concepto.

Facilidad para quitarlos y ponerlos, aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir ortodoncia invisible o brackets

Mientras que los brackets se trata de un tratamiento permanente que dura alrededor de un año y medio, la ortodoncia invisible tiene la capacidad de que te la puedes quitar y poner. En este sentido, la ortodoncia invisible es más cómoda e higiénica, dado que podemos lavar los alineadores siempre que sea necesario. A nivel de eficiencia, ambos tratamientos son eficaces.

Visitas de revisión periódicas

A la hora de elegir entre ortodoncia invisible o brackets, las revisiones periódicas son una diferencia ya que con brackets se suele visitar con mayor frecuencia al odontólogo que con una ortodoncia invisible. Mientras que con brackets debes acudir al dentista al menos una vez al mes, con la ortodoncia invisible se puede secuenciar tratamientos a más largo plazo en las visitas a la clínica, permitiendo con ello que pacientes que están fuera de la ciudad donde está su ortodoncista de confianza o por razones de trabajo tengan más inconvenientes para asistir a la clínica puedan ser tratados. Con ortodoncia invisible se suele acudir a la consulta cada 2-3 meses pudiendo perfectamente el ortodoncista controlar el  tratamiento.

Facilidad en su limpieza, algo a tener en cuenta al elegir ortodoncia invisible o brackets

Dado que la ortodoncia invisible se puede quitar y poner, es más fácil de lavar y, por lo tanto, un tratamiento más higiénico.

Las necesidades del paciente, determinante al elegir entre ortodoncia invisible o brackets

Las necesidades del paciente también son importantes a la hora de elegir entre ortodoncia invisible o brackets, ya que puede que nos encontremos ante un paciente que le dé mucha importancia a la estética y a que su ortodoncia sea casi imperceptible para los demás o puede que nos encontremos ante un paciente que preste más atención al aspecto económico.

 

Tras todo lo analizado anteriormente, lo mejor es informarte y ponerte en manos de un experto en una clínica de estética dental. Escoge a un profesional con experiencia y que domine las aparatologías más vanguardistas y que pueda ofrecerte los mejores resultados.

La ortodoncia invisible ha sido una auténtica revolución y ha favorecido que muchísimos pacientes, sobre todo adultos, acudan a las consultas solicitando información para poder ser tratados. Cada paciente debe ser estudiado y diagnosticado, ya que la complejidad del tratamiento siempre está en el diagnóstico y los mejores profesionales tendrán las herramientas en las distintas técnicas para buscar los mejores resultados.