Tener una buena higiene dental es muy importante y, en ocasiones, además de utilizar el hilo dental y cepillarse los dientes, es muy recomendable llevar a cabo una limpieza dental profesional para contar con unos dientes sanos y blancos que no se vean perjudicados por el uso que hacemos de ellos en nuestro día a día.
Tanto en adultos como en niños debemos mantener los dientes y encías limpios para evitar la acumulación de placa. En nuestra boca existen más de 300 bacterias, por lo que debemos cepillar los dientes después de cada comida y utilizar un enjuague antiséptico para combatir la suciedad. También es recomendable que cambiemos el cepillo de dientes cada 3 meses, ya que después de tanto uso puede llegar a desgastarse y que no se elimine igual la placa bacteriana. Si tienes gingivitis, es mejor cambiar el cepillo de 4 a 6 semanas.
¿Qué es la limpieza dental profesional?
La limpieza dental es una sencilla intervención que suele realizarse para reforzar la higiene bucodental, eliminar sarro, placa y manchas superficiales de los dientes. Para someterse a un tratamiento de estética dental es muy importante no tener ningún problema bucodental.
Para hacer una limpieza dental, se realiza una inspección por un profesional, examinando cada pieza dental y revisando la salud gingival del paciente.
El tratamiento se inicia con una limpieza dental con ultrasonido. Se utiliza un cavitador, que es un instrumento que expulsa agua. El agua a presión se introduce en los márgenes gingivales, sacando y despegando el sarro o los cálculos. La presión del agua y la vibración ayudan también a eliminar manchas superficiales de comida, té, café y tabaco.
Después se procede a usar una brocha con cabezal rotatorio que ayuda a expandir una pasta de profilaxis, que esto ayuda a eliminar tanto manchas como placa bacteriana. Una vez se finalice este proceso el paciente puede mejorar su higiene dental diaria y el profesional le dará unas pautas a seguir.
Principales beneficios de someterse a una limpieza dental
Realizarte una limpieza dental cuenta con muchos beneficios para tu salud bucodental. A continuación vamos a ver cuáles son.
Prevenir enfermedades dentales
La limpieza dental previene de enfermedades dentales, además de eliminar las manchas y el sarro que se acumula en nuestras encías, que son colonias de bacterias que se forman con gran rapidez y no suelen desaparecer con el cepillado.
Mantener los dientes protegidos frente a enfermedades bucales, uno de los beneficios de la limpieza dental
Si no se realiza una limpieza con regularidad puede acumularse placa en nuestras encías y se pueden llegar a inflamar e incluso sangrar. Esto ayudará a mantener nuestros dientes protegidos.
Evitan o eliminan el mal aliento
El mal aliento es un problema muy frecuente que sufre hasta el 50% de la población. Esto en ocasiones está relacionado con la acumulación de bacterias y de sarro. Por eso, realizando una limpieza dental de manera periódica evitarás el mal aliento y podrás controlar la halitosis.
Contribuyen a mantener una buena salud general, otro de los beneficios de la limpieza dental
Hay enfermedades como las periodontales y enfermedades sistémicas como la diabetes o los problemas cardiovasculares que van relacionados directamente. La salud de la boca es algo que puede afectar al resto de nuestro cuerpo, motivo por el que es muy importante mantener una buena higiene bucal.
Podrás lucir una sonrisa radiante
Tus dientes lucirán mucho mejor con una limpieza dental profesional. Ciertos hábitos de alimentación como el consumo de café o tabaco pueden provocar que se manchen nuestros dientes, por lo que la limpieza dental es buena para ayudarnos a mantener unos dientes más limpios y blancos.
¿Qué hacer tras una limpieza dental?
Tras realizarse una limpieza dental es muy importante lavarse los dientes con frecuencia, utilizar un cepillo suave y con cerdas rectas, que el cepillo se coloque en una posición de 45 grados y que se utilice hilo dental al menos una vez al día.
El tiempo estipulado para hacer una limpieza bucal ronda entre los 30 y 40 minutos aproximadamente. La limpieza dental no duele, aunque si se tienen las encías un poco más sensibles puede que sea molesta. Cuando se realiza una limpieza dental no se aplica anestesia.
Después de realizar una limpieza dental los pacientes podrán comer tranquilamente, pero evitando alimentos o bebidas como el café, ya que puede provocar la aparición de nuevas manchas.
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